COBERTURAS

PLANEMAX – Donde hay corrosión, existe una solución Planefibra

Las tejas PlaneMAX nacen con la propuesta de eliminar la corrosión en las cubiertas y garantizar tranquilidad a quienes no pueden detener su operación por problemas en el techo.

Las tejas PlaneMAX se fabrican mediante un proceso de laminación continua, en PRFV (compuesto polimérico de alto rendimiento) con fibras de refuerzo. Desarrolladas para entornos con corrosión intensa, como industrias químicas, fábricas de fertilizantes y galpones portuarios, cuentan con una vida útil mínima de diez años y un índice de mantenimiento prácticamente nulo. Frente a las tejas metálicas y de fibrocemento, ofrecen una mejor relación costo-beneficio.

En la comparación directa con soluciones tradicionales y considerando diez años de uso, PlaneMAX garantiza un ahorro aproximado del 70%, con más de una década de durabilidad y mínima necesidad de reparación.

Las tejas metálicas, sujetas a oxidación acelerada, difícilmente superan los cinco años de vida útil en ambientes corrosivos. El fibrocemento, además de absorber hasta el 30% de su peso en agua, presenta filtraciones y requiere refuerzos estructurales y mantenimiento frecuente.

La teja PlaneMAX no se oxida en contacto con sales, ácidos o humedad constante, mantiene un rendimiento estable, es mucho más liviana — alrededor de 3,4 kg/m² frente a hasta 17,7 kg/m² del fibrocemento — y contribuye a un mayor confort térmico interior, ya que el PRFV, a diferencia del metal, no conduce el calor.

Otro diferencial importante para constructoras es la posibilidad de personalización. Las tejas PlaneMAX pueden fabricarse en diferentes dimensiones y colores sin aumento de costos.

WhatsApp